Los verdiales, aunque no sabemos a ciencia cierta su procedencia, sabemos que sus coplas son trozos de antiguos romances moriscos siendo por lo tanto raíz y fuente primigenia del cante flamenco, por lo que la antigüedad de este es incuestionable.
Por otro lado, el descubrimiento de un mosaico pompeyano, nos muestra los mismos instrumentos que hoy tocan las pandas, apareciendo los componentes del grupo “tocados” con adornos parecidos al actual sombrero que exiben los verdialeros. Otros argumentos exponen que los verdiales vienen de la “jota” en razón a ciertas circunstancias que se dieron en el siglo xii. Sin embargo el arraigo que ha tenido en el folklore popular, ha propiciado que comares tenga su estilo propio de verdiales: “estilo almogía”, “estilo montes” y “estilo comares”, guardando un ritmo instrumental melódico y profundo, de enorme aceptación en la provincia, siendo interpretados de una forma distinta porque hay en ellos una peculiar manera de entender la fiesta, hasta hacerla más afín con la propia belleza bravía de los montes circundantes.
La panda “al estilo de comares” esta formada por un violín, dos guitarras, un pandero, dos platillos y un laúd. Cada panda de verdiales tiene su “alcalde”, persona que se encarga de organizar y dirigir el grupo durante su actuación.
En los verdiales de comares, pues, no hay nada superfluo, todo en ellos queda ajustado con una fuerza de siglos, con una indudable riqueza ancestral, no exenta de ciertas reminicencias agarenas.